UNA PARROQUIA ECOLÓGICA

El mes de septiembre va a convertirse en el mes de la creación. Es una buena idea pues con septiembre empieza el curso después del tiempo vacacional, siguiendo el ciclo de estaciones después de la cosecha se vuelve a sembrar. La ecología es un valor en alza y un serio problema que debemos afrontar con una conversión ecológica, un compromiso ecológico y una espiritualidad ecológica.

La conversión ecológica es reconocer que la ecología es una exigencia de nuestra fe. Muchos cristianos no tienen conciencia de que la fe les exige unas actitudes y misión también ecológica. El Papa reflexiona sobre la ecología integral. Esto no es simplemente el cambio climático, ni el cuidado de la naturaleza sino sobre todo una concepción del ser humano dentro de la naturaleza. Además en esta concepción antropológica compatible con la cristiana no están desconectados el problema social de injusticias y marginación del problema ecológico. Al contrario son caras de la misma crisis y exigen soluciones o propuestas comunes.

La espiritualidad ecológica debe responder a una ecología integral. Esto supondrá ser profética, ascética, soteriológica y sapiencial. Profética que aunque expone y denuncia la gravedad de la situación y las actitudes egoístas e anti-ecológicas también, y sobre todo, da esperanza con la visión cristiana de la creación como don de Dios. Ascética que nos enseñara a distinguir lo necesario de lo superfluo y a tomar una ascesis en el uso y consumo de los bienes de la tierra. Soteriológica que sin ser catastrofista o apocalíptica nos abre a la confianza de la salvación, de que no estamos solos en el mundo.  Por último, sapiencial en cuanto experiencia, conocimiento y gusto de la propia naturaleza. Esperamos mucho lo que puede aportar el compromiso ecológico a la renovación de la espiritualidad cristiana.

El compromiso ecológico nos hace ver que no solo es una cuestión técnica sino también social y por ello compromisos sociales claros. Conlleva compromisos personales con hábitos, no se refiere a la compra de productos ecológicos sino a hábitos sobre las basuras y residuos, sobre el uso y consumo, sobre el gasto energético, etc.  Compromisos institucionales para la conservación del medio ambiente por parte de entidades, instituciones, fundaciones, empresas, etc. También un compromiso legal donde haya un cuerpo normativo que proteja la casa común como un bien común que es de todos.

La Parroquia de la Presentación quiere tomar en serio su compromiso ecológico como institución. Actuando en los tres frentes. Sensibilizando sobre la cuestión. Fomentando una espiritualidad ecológica. Y por tercero con compromisos en nuestros usos y gastos. Ya hemos reducido nuestro gasto cambiando casi toda la iluminación a led. Ahora tenemos que cambiar las luces del templo que eran led pero ya llevan mucho tiempo y por desgaste lucen menos. También reducimos el gasto de gas poniendo sistemas de calefacción alternativos o complementarios de energía eléctrica. Pero también queremos dar el paso de usar el tejado de la iglesia para placas voltaicas y producir nuestro propio gasto energético de una manera limpia. Así  somos cada vez más una parroquia ecológica.