Comienzo de
la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Celebramos en
toda la Iglesia la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, con el lema
“Iglesia sin fronteras, Madre de todos”. En la comunidad cristiana no caben
reticencias que impidan acoger a personas de otros países y culturas. La
Iglesia es universal, y los cristianos hemos de vivir la fe como una profunda
experiencia de acogida a Dios y al prójimo. Que entre todos seamos capaces de
construir comunidades en las que nadie se sienta excluido.
Pasaste junto a mí,
no vi clara tú figura,
pero pasaste junto a mí
y algo tus ojos me decían.
Yo no quiero tus cosas,
me decías, te quiero a ti.
Me deje seducir por tu misterio.
Te di mi corazón.
Aquí estoy, Señor,
¿Qué puedo hacer por Ti?
Nada.
Seré yo, quien haga en ti.
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