Por estas fechas estamos terminando
de programar las tareas pastorales del nuevo curso; y si la palabra de Dios,
hoy nos presenta dos personas agradecida, seamos también nosotros agradecidos al Señor por los que nos ayudan a
descubrirle y acompañar en nuestro
caminar como cristianos e hijos del Padre.
Las lecturas de hoy, nos hablan de agradecimiento, curación
del corazón y salvación, por la fidelidad a Jesucristo .La salvación y
bendición de Dios alcanza a todos los seres humanos, pero somos capaces de
manifestar al Señor nuestro agradecimiento?
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.»
Al verlos, les dijo: «ld a presentaros a los sacerdotes.»
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?»
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.»
Palabra del Señor
ORACIÓN:
Gracias, Jesús, por el don de la fe,
que es invitación a ser tus amigos, a seguirte,
A quererte porque tú nos quieres.
Gracias, Jesús, porque aunque no te
veamos, sabemos que nos acompañas todos los días de nuestra vida y nos
llenas de alegría y confianza.
Se hace el milagro de construir un
mundo mejor.
Gracias, Jesús porque con tu ayuda,
hasta lo difícil se hace fácil.
Gracias, Jesús, porque no nos
rechazas, si no que nos invitas a caminar
a tú lado.
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