La alegría que cantan las campanas, los aleluyas
que resuenan en el templo son signos claros del gozo nuevo de este día bendito
de Pascua. No somos cristianos por el hecho de creer en el pecado, en la cruz,
en el sufrimiento y en la muerte, somos cristianos porque creemos en el perdón,
en la alegría, en la liberación, en la resurrección, en la Vida. El corazón de
nuestra fe es una esperanza de que toda prueba se transforma en gracia, toda
tristeza en alegría, toda muerte en resurrección.
Anoche lo vivimos y seguiremos viviendo, porque Él está vivo ha resucitado; cantamos, reímos y nos felicitamos.
Anoche lo vivimos y seguiremos viviendo, porque Él está vivo ha resucitado; cantamos, reímos y nos felicitamos.
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y
muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
los ángeles
testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.
Primicia de los
muertos,
sabemos por tu gracia
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor,
apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
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