
Hoy, cuando me acerco a
nuestra parroquia a rezarlo junto a otros miembros de la comunidad, mi
sentimiento es muy distinto. Y, aunque las catorce estaciones son las mismas,
se han modificado los textos que se leen y he cambiado yo.
Aprovechando cada de
ellas (de las estaciones) se plantea una situación de la vida actual
(rabiosamente actual) y se unen las vivencias amargas y dolorosas de nuestro
Salvador con nuestra realidad de hoy, muchas veces, triste, amarga, llena de
problemas.
Cada vez con más frecuencia, a este "camino de la
cruz" se le añade una nueva estación la 15 ª qué es la verdadera meta
"Cristo resucitado". La esperanza de los cristianos nos debe llevar a
no quedarnos anclados en la Cruz. Esta es sólo un paso hacia el Cristo glorioso
de la Pascua.
Antonio
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