Predicación y pincel


En el Museo del Prado y hasta el 15 de septiembre se puede admirar una magnífica exposición con el sello del primer Renacimiento florentino (1420-1430). Se trata de “Fray Angélico y los inicios del Renacimiento en Florencia”. Se pueden contemplar 40 obras de Fray Angélico, siendo La Anunciación la obra sobre la que gira la exposición del maestro dominico. Él contaba 25 años cuando pintó la tabla de La Anunciación para el retablo del convento de Santo Domingo en Fiésole (Florencia).
Fray Angélico nació en el valle de Mugello, en la Toscana Italiana, en torno al año 1400. Se sentía atraído por las artes, a los 17 años comienza como aprendiz en el taller de Florencia. En estos años siente la vocación religiosa, ingresa en el convento de Santo Domingo de Fiésole. Conjuga perfectamente la vida religiosa dominicana, el estudio de la teología escolástica y sus primeras pinturas. En el mismo convento monta el taller y el estudio de arte. El  joven teólogo maneja el pincel con facilidad para sus obras al fresco en las tablas de la Anunciación (en el Prado), La Coronación de la Virgen (en el Louvre) y en la iglesia de su convento.
A partir de su ordenación sacerdotal Fray Angélico se servirá “del arte pictórico para predicar, como un auténtico humanista cristiano”. Con él surge un “modo nuevo de hacer teología” y que “proclama el Evangelio no solo con la palabra de su boca, sino, sobre todo, con el pincel de su mano desde “el púlpito” de su taller.
Fray Angélico es pintor del “Humanismo cristiano”. Como buen discípulo de Santo Tomás de Aquino, parte de la naturaleza creada y se remonta hasta su Creador. Esta visión de la naturaleza y del mundo es la gran aportación que hace al movimiento renacentista como lo podemos admirar en la Anunciación del Prado.
La escena de la Anunciación de Fray Angélico, es de una belleza tan  serena y luminosa, que invita a contemplar y entrar en el momento que tan admirablemente plasmó y predicó con sus pinceles. 

Fuente: Ecclesia   


0 comentarios:

Calendario Parroquial
Saludo del Párroco