Maestra de oración

Rincón de teresa  IV.
La oración es el centro del camino espiritual de Teresa de Ávila, oración de recogimiento, sobre todo, que es la que mejor define el trato íntimo entre el hombre y Dios, en el retiro del corazón de aquel, donde Dios se hace presente y vive.
Ella trata de vivir la experiencia interior de Dios y de vivirla en profundidad.
No se trata de soliloquios, ni imaginaciones afectivas, sino que va descubriendo a Dios como un real y verdadero tesoro por el que vale la pena dejarlo todo y donde el protagonismo no es “su propio yo” sino el “Dios- Amor”, uno y trino, representado por la “Sacritisima Humanidad” de Jesucristo.
Así lo expresa ella misma: “Procuraba lo más que podía traer a Jesucristo, nuestro bien y Señor, dentro de mi presente, y esta era mi manera de oración”. V4,7.
Dios le concede grandes favores en la oración y por ello nos ofrece una definición luminosa: “No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”. V 8, 5.
Teresa destaca el carácter personalista de la oración. Es una relación de persona a persona, de un Dios persona divina a la persona humana. Es trato de amistad, confiado y coloquial.
Esta amistad con Dios es el núcleo de la oración de Teresa. Así lo vivió ella y así nos invita.
Hasta pronto

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