Celebramos la liturgia en este tiempo tratando de percibir los signos de la
presencia del resucitado en nuestro mundo.
El segundo signo es LA PALABRA.
Dice el texto evangélico que entonces Jesús les abrió el entendimiento para
comprender todo lo que se refería a él en las Escrituras. Nosotros también
hemos experimentado que el acercamiento a la Palabra de Dios nos ha abierto el
entendimiento para comprender mejor nuestra fe y para acercarnos a Jesús
resucitado. Es admirable el esfuerzo que se ha hecho en la Iglesia Católica en
estos últimos 50 años por que la Palabra de Dios llegue con frescura a todos
los cristianos. Hoy ya no es extraño tener una Biblia en casa, o que leamos
cada día el evangelio correspondiente. Los grupos de estudio de la Biblia se
han multiplicado por todas partes. También en nuestra Parroquia, donde, desde
hace años un buen grupo de personas participan habitualmente en el grupo de
Biblia.
Damos gracias por ellos y encendemos nuestra tercera vela de Pascua.
Oración:
No
acababan de entender,
y
tenían buen maestro;
con
delicada paciencia
les
abrió el entendimiento.
Danos
también a nosotros
el
don del entendimiento;
que
sepamos comprender
el
por qué sufren los buenos,
y
tanta noche en el mundo,
y
tanta guerra en los pueblos,
y
tantas cruces clavadas
en
los calvarios modernos.
Tú,
¡Cristo Resucitado!,
despierta
nuestras certezas,
tú
que venciste a la muerte,
siembra
en nosotros tu fuerza,
ayuda
siempre a tus fieles
a
vivir la “vida nueva”.
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