ECHAR EL GANCHO
Hace unos
años, en los ambientes religiosos de colegios, seminarios o parroquias, se
empleaba la frase, "echar el gancho". Se refería a la invitación o
propuesta que se hacía a un adolescente o joven para que fuera sacerdote, religiosa
o religioso. El "me ha echado el gancho", y "te están echando el
gancho", era algo corriente para indicar que alguien, consagrado al Señor
o sacerdote, veía en esa chica, en ese chico, un magnífico candidato a vivir la
experiencia de vida entregada a Dios.
Hoy día,
quizá por la falta de acogida a estas invitaciones, existe cierto miedo o
complejo a hablar de vocación a los jóvenes haciéndoles la propuesta de seguir
a Jesús. Él mismo dijo frases como: " Si alguno quiere venir en pos de
mí.....", "Si alguno no pospone a su padre y a su madre.....",
"Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies",
".....y luego ven y sígueme", y "¡Ánimo, soy yo, no tengáis
miedo".....
Propuestas
que el Señor ha hecho y sigue haciendo. Su voz continúa resonando en el corazón
de algunos jóvenes que con ilusión aceptan su llamada. Al sí generoso a esta
llamada sigue el tiempo de preparación y formación en el seminario. Y es aquí
donde los fieles debemos ayudarles en su camino hacia el ministerio sacerdotal con
nuestro apoyo y oración.
Nuestros
seminaristas, Ever y Fabio, dentro de la etapa pastoral, colaboran con
entusiasmo, en diferentes tareas de la vida parroquial. Esperamos que algún día
sean "enviados a reconciliar" y a seguir los pasos del Maestro trabajando
y evangelizando por el Reino de Dios. Que para ello, no les falte la protección
de San José, ni la plegaria y cariño de la comunidad parroquial.
Seminaristas de Zaragoza Felicidades
Gracias Feli por esta publicación y gracias por tu esfuerzo y dedicación.
ResponderEliminarSolo pedimos a Dios que se haga su voluntad en cada uno de nosotros y que nos anime día a día a seguir entregando nuestra vida al servicio de Dios que se refleja en el otro.