Hola soy Ever José nací en Barranquilla Colombia, soy el mayor de 3 hermanos y mis padres siempre nos han inculcado la fe en nuestro Señor.
Desde muy niño, sentí la alegría y el gozo de querer y poder servirle a Dios día a día esa llama que crecía en mi corazón, veía que iba por buen camino, cada vez más latente y fuerte.
y como en casa estábamos ligados a la parroquia, pertenecí algunos grupos parroquiales entre ellos los de oración, que sin alguna me acercaron más al Señor; y de esta forma iba fortaleciendo en mi interior el camino al cual me sentía llamado.
Entre los estudios ya adolescente y la oración transcurría mi vida, siempre alegre a pesar de las dificultades, pero ante todo siempre confiado en Dios.
Durante un tiempo de duda en mi futuro y mis ideas aposté por atender la llamada que sentía hacia Dios y decidí ingresar en el Seminario, esta vez el pensamiento, el corazón y la oración, me kkevaban a pensar en la comunidad Salesiana de Colombia, pues es un carisma que siempre me gusto y que conocía muy de cerca por un familiar que tengo en ella. Estando dentro y por dificultades economicas familiares, tuve que tomar la determinación de dejar mi formación en el Seminario y ponerme a trabajar para ayudar a mí familia.Sin embargo la llama seguía dentro de mí y a pesar de las dificultades ésta crecía.
Después de varios años de trabajo en un almacén de calzado y en una aerolínea, estábamos más estabilizados en la familia económicamente ya que también mis hermanos se hicieron mayores y podían colaborar en el mantenimiento familiar; por lo que yo podía volver a mi gran vocación de formarme en esta ocasión en Medellin; con la comunidad Salesiana, donde estuve 2 años de formación y reforzando mí idea a lo que que quería en la vida.
El Señor en muchas ocasiones no nos pone las cosas fáciles, pero siempre deja una puerta entreabierta para que podamos salir adelante, solo tenemos que orar y buscarla para de esta forma salir adelante. Al cabo de un tiempo llegué a la Diócesis de Zaragoza con mi llama encendida al servicio de Dios.
Actualmente estoy en 5º año de Seminario, feliz y animado quiero y siento que es mí camino; y mi deseo es cada día responder a las expectativas que esperan de mí, y de esta manera inculcar a mis semejantes la dicha que es amar al Señor.
Un abrazo y mucha Oración
Ever José
y como en casa estábamos ligados a la parroquia, pertenecí algunos grupos parroquiales entre ellos los de oración, que sin alguna me acercaron más al Señor; y de esta forma iba fortaleciendo en mi interior el camino al cual me sentía llamado.
Entre los estudios ya adolescente y la oración transcurría mi vida, siempre alegre a pesar de las dificultades, pero ante todo siempre confiado en Dios.
Durante un tiempo de duda en mi futuro y mis ideas aposté por atender la llamada que sentía hacia Dios y decidí ingresar en el Seminario, esta vez el pensamiento, el corazón y la oración, me kkevaban a pensar en la comunidad Salesiana de Colombia, pues es un carisma que siempre me gusto y que conocía muy de cerca por un familiar que tengo en ella. Estando dentro y por dificultades economicas familiares, tuve que tomar la determinación de dejar mi formación en el Seminario y ponerme a trabajar para ayudar a mí familia.Sin embargo la llama seguía dentro de mí y a pesar de las dificultades ésta crecía.
Después de varios años de trabajo en un almacén de calzado y en una aerolínea, estábamos más estabilizados en la familia económicamente ya que también mis hermanos se hicieron mayores y podían colaborar en el mantenimiento familiar; por lo que yo podía volver a mi gran vocación de formarme en esta ocasión en Medellin; con la comunidad Salesiana, donde estuve 2 años de formación y reforzando mí idea a lo que que quería en la vida.
El Señor en muchas ocasiones no nos pone las cosas fáciles, pero siempre deja una puerta entreabierta para que podamos salir adelante, solo tenemos que orar y buscarla para de esta forma salir adelante. Al cabo de un tiempo llegué a la Diócesis de Zaragoza con mi llama encendida al servicio de Dios.
Actualmente estoy en 5º año de Seminario, feliz y animado quiero y siento que es mí camino; y mi deseo es cada día responder a las expectativas que esperan de mí, y de esta manera inculcar a mis semejantes la dicha que es amar al Señor.
Un abrazo y mucha Oración
Ever José
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