
Su muerte inesperada provoca en el Barrio una verdadera conmoción. Junto a la sorpresa surge la gratitud, el reconocimiento y el cariño, las lagrimas sentidas en pequeños y grandes. Estos sentimientos se plasman en el monolito que por suscripción popular se instala en el Parque que llevará su nombre. Se inaugura el 17 de Abril de 1988. Es la ofrenda de todo el Barrio y el reconocimiento de las autoridades de la Diócesis y el Ayuntamiento. El lema del monumento es el retrato de su vida "Se olvidó de sí para entregarse a los demás"

La Hna. Teresa fue un alma enamorada de Cristo a quien descubrió y sirvió en sus hermanas, en los enfermos, en los moribundos, en la alegría de los niños y en las lágrimas de los ancianos, en corretear de sus noches en vela por el barrio y en sus incansables horas de Consultorio.
Podemos decir muy alto que vivió la genuina espiritualidad de la Hermandad "Dar respuesta, por el amor y la entrega, al grito de Cristo en la Cruz: Tengo sed". ¡Que desde el cielo , nos ayude y nos guarde!
Miguel Peña Gómez
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