Cuántas veces
hemos leído en hojas parroquiales, hojas dominicales y pequeñas revistas la
crónica de una excursión o peregrinación que se ha hecho a algún centro de
interés turístico o religioso.
Para
comenzar, la situación es conocida y simple. Subida al autocar, saludos,
conversación en tono bajo o elevado, canciones bien cantadas o no tanto, la
explicación del guía, " a la derecha el castillo de....., a la izquierda
el río...., al frente la montaña....,nos acercamos a....
El programa,
además del propuesto en un principio por los que organizan la excursión, cada
participante puede tener el suyo, más íntimo, más personal.
¿Sabíamos o
habíamos pensado que en Biel, lugar de nuestra excursión parroquial, había un
hermoso castillo del s XI donde vivió varios años Alfonso el Batallador con sus
padres Felicia y Sancho Ramírez?. Es una construcción de muros sólidos y
en la actualidad espacio interior abierto. ¿Que el Barrio Verde o judería es el
más importante de las Cinco Villas y que en el s XV la población judía era el
50 % del total?
Sorprendente
también la iglesia con su cripta y restos de pinturas góticas, así como los
"restos románicos" que aún se conservan.
Todo esto,
para el simple desconocedor del lugar que visitamos, fue una bella sorpresa.
Como lo fue poder meter los dedos en el hueco de las casas del barrio judío
donde había estado colocada la mezuzá, palabra que significa "marco de
puerta", aunque se refiere al pequeño rollo de pergamino con los dos
primeros párrafos de la plegaria del "Shemá" (Dt 6,4-9), y que se
toca al salir o entra en la casa.
Participada y
alegre la misa ante la Virgen de la Sierra en su ermita, donde ella, sencilla y
pequeñita, parecía que nos miraba y sonreía. A la Madre le cantamos, le rezamos
y la volvimos a visitar en Monlora. Y en todo momento, los
"excursionistas", sabíamos donde íbamos y en qué lugares nos
encontrábamos, porque el silencio o la risa, el saber estar en cada momento fue
maravilloso. En las visitas atención, en la mesa compartir y saborear los ricos
alimentos, en los templos recogimiento y en todo momento convivencia fraternal,
amable y agradecida.
fue un día de convivencia alegre y fraternal. Estos encuentros ayudan a hacer parroquia
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