Ornamentación
artística 1ª parte.
Aunque los proyectos de Nuevos Templos en la segunda mitad del siglo XX
no abundan en elementos artísticos que ayuden a matizar el carácter sagrado al
lugar del culto, no es el caso de nuestra Parroquia. La preocupación de los
sacerdotes, Ángel y Miguel, siempre respaldados por D. Elías, fueron
definitivos para disfrutar de las obras de arte que reseñamos.
I
BIENES EN DEPÓSITO. Origen: Ciudad Escolar Pignatelli, propiedad
Exma. Diputación de Zaragoza. Coincidiendo con el momento de la construcción de
la Parroquia, la Diputación cambia el destino de la Capilla del Centro y su
Director D. Carlos Alegre nos concede, en depósitos, estos valiosos objetos:
a)
Cuarenta
bancos. Sólidos y nobles, de madera de la Guinea que hoy
seguimos disfrutando.
b)
Pila de Bautismo. Bellísima, de grandes
proporciones y que situamos en lugar preferente del presbiterio.
c)
Cristo
Crucificado. Situado oportunamente en la zona
penitencial.
Atribuido a Gregorio Messa Martínez S.
XVIII es una pieza de madera tallada y policromada de Cristo muerto, de tamaño
natural, realista, patético, de solida volumetría.
Según Beloqui este Cristo doliente nos
remite a las figuras del barroco español. Se caracteriza por el dramatismo
mediante la expresión del rostro y las llagas del cuerpo. Hoy es muy venerado
por nuestros fieles y cumple su función de promover la fe y el amor al
Crucificado.
d)
Virgen-Madre
del Amparo. Custodiada en la Sala de Consejo Parroquial.
Es obra de Ángel Orensanz. Nacido en Sinúes,
Huesca, fecha y vive en la actualidad en Nueva York.
Es figura de grandes proporciones. Su
textura es de barro cocido y vidriado en colores suaves. Da la sensación de
solidez y a la vez cálida acogida. Los elementos expresivos son; un “corazón
abierto” y unas manos que acogen con amor y firmeza, de acuerdo con el carácter
benéfico y religioso del centro. Es una de las pocas obras del autor de
carácter religioso y por tanto pertenece a su primera época. Personalmente creo
que es una obra singular y muy valiosa. ¡Así la cuidamos!
Miguel Peña Gómez
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