Eutanasia

"No cuenten conmigo ni con mi silencio" así titulaba un articulo una medica muy querida por la parroquia,  el articulo que escribió en un periódico y nos ha querido hacer participes de ello aquí está  y así sigue:

Hace unos días un lector manifestaba su pena e indignación por la recién aprobada ley de la eutanasia en nuestro país. Pues bien, llevo ya más de 25 años de ejercicio de la profesión médica y ni yo ni cientos de miles de mis compañeros vamos a guardar tampoco silencio frente a esta ley.

El juramento hipocrático es un texto ético que recoge las obligaciones morales de los médicos para con sus pacientes, y al que nos unimos y recitamos los recién licenciados médicos como parte esencial del ejercicio de nuestra profesión:

"...Y me serviré, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar. Y no daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan..."

Claude Bernard afirmaba que el médico debe "curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre", es un frase que siempre ha resonado en mi cabeza y la principal enseñanza que intento transmitir a los estudiantes de 5º y 6º de medicina que vienen a mi consulta.

Pues bien, señor presidente del gobierno, no estoy de acuerdo en absoluto con su ley de la eutanasia, no voy a ir en contra de mis principios éticos ni médicos, no cuente conmigo ni con cientos de miles de compañeros a los que no se nos ha consultado, porque un día somos héroes por salvar la vida, como lo han demostrado varios de mis compañeros que la han entregado en esta pandemia por servir a la sociedad, y otros villanos por no querer ser verdugos.

La eutanasia,  nada tienen que ver con la sedación paliativa, ya que "en la sedación la intención es aliviar un distress intolerable, el procedimiento es la administración de un fármaco sedante y el resultado es el alivio del distress; mientras que en la eutanasia el objetivo es producir la muerte del paciente, mediante la administración de un fármaco letal y el resultado buscado es la muerte".

Sí a los cuidados paliativos y a acompañar al paciente siempre en sus últimos momentos para que tenga una muerte digna y sufra lo menos posible, pero no a la eutanasia. Refuercen las unidades de paliativos en este país señor presidente, pero no quieran quitarse un problema a costa de servirse de nosotros como verdugos y hacernos ir en contra de nuestros principios y de nuestra esencia. La eutanasia es el fracaso de nuestra profesión médica.

Pues en honor a mi profesión, mi dignidad, la de los pacientes y la vida entregada por mis compañeros en esta terrible pandemia no cuenten con mi aprobación ni con mi silencio, lucharemos lo que haga falta para frenar esta ley.

 

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