Nelson, fue seminarista como otros tantos de nuestra parroquia y a querido compartir de que trata su tesis doctoral con nosotros.Gracias
La labor
pastoral en nuestro país, la República Dominicana, durante 27 años nos ha
llevado a escoger como tema de esta Tesis doctoral el estudio de la dignidad y
libertad humana en el contexto actual latinoamericano.
La
perspectiva histórica, sobre todo a partir del descubrimiento, conquista y
colonización, nos ha dado la pauta para comprender mejor la situación actual de
la falta de reconocimiento de la dignidad de la persona. Nos pareció que era
necesario recurrir previamente a unos conceptos fundamentales del ser del
hombre, y de su actividad, especialmente su proyección a la vida social.
Para
elaborar nuestro estudio hemos hecho un trabajo previo sobre las fuentes. El
análisis histórico nos ha servido para integrar los principios doctrinales en
un cuerpo en el que se señala cuál ha sido la trayectoria seguida en el
tratamiento del tema de la tesis y su nueva implicación en el análisis de la
realidad sociocultural, económica y jurídica que nos presenta el mundo
latinoamericano hoy.
Creímos
importante analizar la justificación que fue elaborándose a favor de la Corona
respecto a su acción en el Nuevo territorio descubierto, y cómo fue
estructurándose la presencia hispánica en dicha tierra. Hemos considerado importante
hacer hincapié en el centralismo borbónico que está en la base de los
movimientos emancipadores provocados en buena parte por la reacción a dicho
centralismo absolutista.
Esto
nos llevó de la mano analizar la etiología histórica de la emancipación y las
causas que incidieron en ella. Nos apercibimos que la liberación haitiana
sirvió de acicate a los posteriores movimientos de emancipación en la América
española. Nos pareció importante el análisis de las distintas fases de tal
emancipación, hasta quedar dibujada la distribución de los poderes públicos en
los diversos Estados que nacieron de la misma.
Este
recorrido histórico nos condujo al análisis de la dignidad de la persona y a su
reconocimiento en el nuevo panorama político de lo que fue el Imperio hispánico
en América.
Nos
pareció conveniente el estudio de la acción de los misioneros que, en La
Española, elevaron su voz en defensa de la población india sometida y cómo, en
la Salamanca del Renacimiento, causó impacto lo que sucedía en las Indias. Todo
lo cual provocó, sobre todo en el convento de los dominicos, una larga y
profunda elaboración de los principios doctrinales que habrían de presidir la
acción hispánica en América, sentándose la base además, del derecho
internacional moderno.
Al
ahondar en los temas fundamentales de la dignidad de la persona y de su libertad, nos quedó muy claro que una
parte importante de la tarea para defender y promocionar una y otra era la de
llevar a cabo, con urgencia y con tesón, el rechazo a toda forma de esclavitud
que en la actualidad se ejerce de modos nuevos, reproduciéndose situaciones
existentes en tiempos más remotos.
Los
misioneros salidos del convento dominicano de San Esteban facilitaron a los
maestros salmantinos el conocimiento de lo que sucedía en Ultramar. Este
conocimiento era ampliado por las consultas que les hacían los conquistadores
para tranquilizar su conciencia y por los comerciantes sobre la moralidad de
sus tratos y contratos. De hecho formaron una escuela fecunda en la
proclamación de los derechos humanos fundamentales. La doctrina de esta Escuela
hizo una aplicación adecuada de los principios doctrinales tomistas a la
realidad hispanoamericana, que conocían, como acabamos de decir, gracias al
trasiego de misioneros y de las consultas recibidas por particulares y por instituciones.
Llegados
a este punto consideramos que podíamos llevar a cabo el análisis actual de
América Latina sobre estos dos grandes temas de la libertad y la dignidad
humana, y calibrar bien la profundidad que se halla en las fuerzas propulsoras
del desarrollo humano, personal y social, en el momento actual.
Analizar
las dos dimensiones de la tradición doctrinal y de la realidad de los hechos
nos ha llevado a un análisis de la posibilidad de incidir eficazmente en las
injusticias que la estructura política y socioeconómica en Latinoamérica
presenta y fomenta. De ahí que la última parte de nuestro estudio se dedique a
proyectos factibles para remediar, en lo posible, las situaciones de injusticia
que como lacra permanente caen sobre masas enormes de seres humanos, a los que
de hecho se les recorta y no pocas veces se les niega el ejercicio de tales
derechos, arrastrando viajas prácticas y elaborando otras nuevas que los
avances técnicos abren para una explotación del factor humano en la producción
de bienes económicamente valiosos, en beneficio de los que tienen en sus manos
las diversas formas del ejercicio del poder.
Hemos
esbozado unas perspectivas para fomentar el desarrollo y justificar fuerzas
impulsoras, a veces un tanto latente, que puedan llevar a una mejor realización
de ese desarrollo. Indicamos una serie de factores que obstaculizan el
desarrollo humano a nivel individual y a nivel social. Entre los primeros
destacamos la práctica harto extendida de la corrupción en todos los ámbitos, la
falta de instituciones promovidas por la misma sociedad, así como el escaso uso
de las nuevas técnicas de producción y distribución de bienes. Lo cual unido a
la escasez de infraestructuras impide un
desarrollo eficaz y justo de la economía de mercado, al mismo tiempo la tasa
elevada de desempleo se conjuga con los fenómenos migratorios, contribuyendo a
que la explotación agraria y la producción industrial alcancen niveles
excesivamente bajos. Otra de la deficiencia notable es el déficit sanitario, la
educación y el derroche que produce el armamentismo.
La
realidad de hoy nos presenta una sociedad en la que muchos de sus miembros
padecen estrecheces económicas y también hambre. Lo cual produce un estado
colectivo de desnutrición y el hacinamiento en viviendas inadecuadas a la
dignidad humana. Otro punto de desequilibrio es la desintegración familiar
unida a una marginación sociocultural y a un crecido índice de criminalidad. La
discriminación ante el derecho, la represión y el terror se dan la mano con una
deficiente administración de la justicia. A todo lo cual hay que añadir la
lacra de la prostitución y la explotación laboral infantil. Todos esos factores
coinciden en elevar la práctica de la mendicidad.
Fuerzas
propulsaras de desarrollo son los valores culturales que se oponen a las
discriminaciones sexuales, de raza, económicas, etc. Hay unos elementos
ancestrales que pueden servir de buena base para valores que hoy llamamos
fundamentales, como la Pachamama y la
Ñuke Mapu. También cabe una
utilización racional de los recursos naturales que impida la degradación del
medio ambiente tanto en la riqueza minara como en la riqueza forestal.
Un
potencial a desarrollarse y que es profundamente eficaz es el potencial
espiritual, que tradicionalmente desarrollaron los misioneros desde el primer
momento. Las tres culturas predominantes en América Latina precolombina: la
azteca, la maya y la incaica presentan elementos altamente aprovechables para
establecer una base cultural fecunda. Si a esta tradición se junta la ya
centenaria herencia evangelizadora en el ámbito cultural, actualizándola en los
contextos sociales de hoy, se podrá obtener un avance en la postulación y
ejercicio de los derechos humanos.
Nos
permitimos la sugerencia de proyectos y acciones concretas que unen tradición y
progreso y que detallamos en el texto de la tesis.
Tesis
defendida en la Universidad Pontificia de Salamanca por Nelson Remigio Polanco
Katulo, misionero de la República Dominicana, Salamanca 2015.
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