LA LLUVIA FINA SE HACE TORRENTE.
Los diez primeros años de vida Parroquial fueron como una lluvia fina que va penetrando en el corazón de los fieles. La presencia y cercanía de las Hs. de Jesús Maestro, la oferta de servicios al común del Barrio; Escuela, Guardería infantil, el trabajo de los sacerdotes y seminaristas que cuidan la catequesis y la celebración de los Sacramentos, la acción caritativa y social, el club juvenil y su campañas benéficas son elementos suficientes para crear una comunidad cristiana viva y gozosa.
En Diciembre de 1977 se hace cargo de la Parroquia, como párroco D. Ángel moros Alvarez. Es un sacerdote experimentado en la Parroquia de Andorra. Su carácter cercano y sensible le facilita la integración en una pastoral de gran comunicación y adaptada al tipo popular de nuestra gente. Su espíritu creador esta en sintonía con el espíritu del Vaticano II. También el Barrio vive un cambio social y económico con un crecimiento sensible de población. Las "parcelas" van desapareciendo y surgen los grandes bloques.
En el ámbito pastoral se consolidan los órganos de participación; Consejo
Pastoral y Económico, Pastoral de jóvenes, Grupo de Matrimonios, formación litúrgica. Se crea la hoja informativa, órgano de comunicación con las familias. El espíritu comunicativo se favorece con las fiestas populares en los parques; fiesta de las regiones, las calderetas, San Antón, fiestas infantiles y cabalgatas. Cualquier acontecimiento es ocasión para juntarnos, celebrar la alegría de la fiesta y la amistad. Así hacemos parroquia fraterna. Cada día somos más.La pequeña capillita de M. Guerrero no es suficiente. La vitalidad de la Parroquia nos invita a buscar nuevos espacios. Este es nuestro sueño de futuro.
Miguel Peña Gomez
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