1 de Junio de 2016
Doy gracias a Dios, Padre misericordioso de haber conocido a M. Teresa y compartido muchas horas de mi vida con ella, dando el bello testimonio de su Amor incondicional al Señor. Desde su trabajo en la docencia, en la Guardería de Pont en la que asistieron tantos niños! , entre ellos mis hijos.... hasta cuando en los últimos años la acompañaba en la catequesis parroquial y en muchas circunstancias puntuales del día a día.
Siempre me había sentido con la Hermandad como en mi casa, M. Teresa lo sabía y ella tenia en Pont, tantas familias amigas!... La vida, la salud, las circunstancias ocasionaron su vuelta a Zaragoza. Se que no se ha faltado nunca toda la atención y los cuidados que con tanto amor le habéis dado todos... Y aunque ahora nos entristezcamos por la separación, se que ella como buena Madre espiritual que ha sido durante muchos años de la Hermandad, ahora hará de intercesora ante el Señor y desde el Cielo nos echará un cable, lleno de ánimos y de fortaleza para que sigamos la obra a la que ella entregó toda su vida "Calmar la sed de Jesús amándole y sirviéndole en los hermanos".
M. Teresa siempre decía a sus niños en la catequesis: "No hemos nacido para tener
buenos coches, casas lujosas, riquezas...sino para ver un día a Dios en el Cielo".
Que el Señor a quien tanto amó, la acoja en su morada y la colme de felicidad eternamente.
GRACIAS MARIA TERESA.
María BanúsCatequista de la Parroquia de Pons- Lerida Hermandad de Jesús Maestro
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