Así se titula
el sabroso tríptico que se distribuyo el lunes, 21 de noviembre, fiesta de la
Presentación de la Virgen.
Es una
elemental biografía de la religiosa de Jesús Maestro, Pilar Bona Celdran, que vivió
en nuestra parroquia durante cincuenta años y falleció en Octubre de 2006.
Entre sus efectos personales dejó un “cuadernillo” de apuntes y escritos
espirituales que providencialmente llegó a manos de D. Miguel Peña, sacerdote
de nuestra Parroquia y admirador ferviente de nuestras Hermanas.
El es el que
nos presenta el itinerario espiritual de la Hna. Pilar y nos lo ofrece como
guía y aliento de tantas personas fieles que viven el amor a Cristo de forma
callada y fiel. Tres son los aspectos a destacar:
1.
LA SENCILLA HUMANIDAD
Quien se acerca al corazón de la Hna. Pilar descubre, en
primer término, un corazón sencillo, hecho de silencios profundos. Ella nos
recuerda que quien vive la humildad no busca ni elogios, ni alabanzas, porque
su vida descansa en Dios. Su humildad se manifiesta en el olvido de sí misma y
la alegría de sentirse querida de Dios.
Ella lo mostro en el cariño y ternura con los niños de la
Guardería parroquial y la permanente sonrisa para todos y en el cuidado de los
elementos litúrgicos de la Parroquia.
De ella se puede decir que la humildad fue la ventana de un
alma pura y sencilla. ¡Pilar, cuida de nosotros!
2. AMOR ENTREGADO
El amor a Cristo y su seguimiento es lo que da firmeza a su
profunda vida interior. Es un encuentro amoroso y personal con lo que va
creciendo en medio de las pruebas y dificultades.
Recordamos sus palabras. “Dios no me pide más que amor
humilde y entregado”. “Jesús, mi redentor, mi amigo intimo, no hay nada que me
atraiga en este mundo sino Tú mismo”.
En los largos silencios de su enfermedad en Agramonte se nota
cómo su piedad se nutre de los grandes maestros espirituales y ella se siente
agradecida, pobre y confiada en el amor de Dios.
Cuántas personas de nuestro entorno, de fe sencilla y
profunda, se sentirán identificadas con la Hna. Pilar en ese amor callado a
Cristo y a su Madre María. Estas personas se identifican con Pilar:
¡Bendito Dios, no soy
nada más que un alma enamorada de Cristo!
3.
IDENTIFICADA CON CRISTO
Este aspecto me parece el más relevante en la espiritualidad de Pilar;
ella se siente identificada con Cristo en la Cruz. “En el lecho del dolor yo me
abrazo con mi cruz. Aunque el sufrimiento es grande lo considero pequeño cuando
veo lo que Tú sufriste en la cruz”.
En los gélidos meses de Agramonte, al pie del Moncayo nos cuenta: “El
frio es mi mayor tormento, es un sacrificio enorme, sin poder quejarme a nadie”.
En la brusca soledad suspira :”Que triste, Señor, esto me ayuda a pensar en el
huerto de los Olivos”- ¡ Que sufrimiento tan grande Señor ¡.
Pilar vive un claro sentido de expiación de su cruz por el bien de los
demás: Por su Comunidad, por su familia, por los pecadores. Es un claro sentido
redentor- con Cristo.
Cuantas cosas me han pasado en esta larga enfermedad: Las ofrezco por el
bien de las almas, de la Iglesia y la Hermandad.” No me quites tu cruz, señor,
hasta que Tú quieras yo también quiero”.
Los que la quisimos en la tierra esperamos que desde el Cielo la sintamos
como:
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Modelo
de espiritualidad popular.
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Guía de almas piadosas y sencillas de nuestras parroquias. Amén.
Noviembre 2016. Fiesta de la Presentación de la Virgen
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