La Residencia visita el Aula Dei

Comenzamos el mes de junio con una excursión a la Cartuja Baja, una visita que a todos nos hace mucha ilusión, muy pocos de los que vamos hemos estado y en este momento en que ya no están los Cartujos y lo regenta la Comunidad de Chemin Neuf, estamos un poco más expectantes a cómo es su convivencia y el día a día.
Pero claro, primero nos tendremos que organizar y preparar el autobús es una tarea que lleva su tiempo, todo es cuestión de voluntad y en esta casa no falta así que poco a poco vamos cumpliendo nuestras expectativas y nos ponemos en camino.
Llegados ya a destino, vuelta  a reorganizarnos y cada voluntario acompaña a un residente así la cosa es más fácil, nos guían y orientan muy bien las personas  responsables de estos menesteres. El recibimiento no pudo ser mejor, salieron a recibirnos y ya parecía que nos conocíamos de toda la vida, hicimos un recorrido, y fueron explicandonos la historia del lugar, y nos dimos cuenta de la belleza que tenían esas paredes y cómo vivieron los cartujos; nuestra guia con su sencillez a la hora de relatarnos todo con gran detalle, no dejaba que tuviéramos ninguna duda y contestaba, enseguida y con una sonrisa, si alguna cosa no la entendíamos.
Una hermana de la Comunidad nos da la bienvenida
Referente a la Comunidad Chemin Neuf, que es la comunidad que ahora lo regenta, preferimos dejar un enlace www.chemin-neuf.es  para entrar en su página, ya que son tan buenas las sensaciones del lugar que no tendríamos espacio, el cual preferimos poner unas fotos de este día de convivencia, residentes, trabajadores y voluntarios, en un entorno diferente. pero cada uno con cariño y dedicación a lo que nos gusta; hacer feliz al prójimo. 
Nos ponemos en marcha y comenzamos a llenar el autobús


Nos vamos organizando y las sillas cargando

Es impresionante el edificio por fuera y por dentro nos dejó sin palabras

La seguridad de nuestros residentes nuestra prioridad
LLegamos y hay que vaciar el bus, cada uno a su sitio para que no tengamos contratiempo ninguno.


Ya dentro, nos van explicando la historia del lugar, todos atentos y expectantes de las maravillas que encierran estas paredes

Nuestra Virgen del Pilar no falta


Y si hay algo que se nos ha pasado por alto, también lo podemos leer, hay tiempo para todo


Nuestra directora Lita, no desaprovecha la ocasión para poner unas palabras en el libro de
visitas; la Residencia de Cáritas Santa Teresa, ya estará siempre presente 
Una vez realizada la visita, nos deleitaron las hermanas de Chemin Neuf con música y canciones a las cuales respondimos cantando nuestro Himno a la Virgen del Pilar, con las pautas que nos dio Paz.





Llegada la hora de comer, la guía de la comunidad de Chemin Neuf nos lleva al Refectorio (haciendo una excepción) para comer todos juntos, ya que hacía bastante calor, entre unos maravillosos cuadros, y un entorno acogedor. Después de la comida, reposar con música, canciones y alguna que otra atrevida bailando, la charla y el buen ambiente es lo que predomina. 
Todos somos uno como familia cristiana en la Residencia y todos colaboramos.











Llega la hora de la despedida y nuestro párroco D. Javier agradece la atención recibida y nos vamos alegres, sabiendo que no será la última vez que visitaremos el lugar y les invitamos a que nos visiten.


Las guía que nos acompañaron seglares y laicas se despiden de todos, sabiendo que dejan huella en nuestros corazones, como esperamos haber dejado tod@s nosotros.






Oración de San Bruno 
Tú, que eres mi Señor,
Tú, cuya voluntad prefiero a la mía.
No me es posible contentarme con palabras
al presentarte mi oración.
Escucha mi grito que te suplica como un inmenso clamor…
Tú, de quién me he constituido siervo:
Te ruego con perseverancia e insistiré en mi ruego,
hasta merecer alcanzar tu favor.
Pues no anhelo un bien de la tierra;
no pido más que lo que debo pedir:
sólo a Ti…
¡Ten piedad de mí!
Y pues inmensa es tu misericordia
y grande mi pecado,ten piedad de mí inmensamente
en proporción a tu misericordia.
Entonces podré cantar tus alabanzas,
contemplándote, Señor.
Te bendeciré con una bendición
que perdurará a lo largo de los siglos;
te alabaré con la alabanza y la contemplación,
en este mundo y en el otro,
como María, de quien nos dice el Evangelio,
que ha escogido la parte mejor.
Amén.

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