El martes, día 20, el grupo parroquial de "Lectura orante
de la Biblia", terminamos el curso con una celebración final.
El libro que hemos empleado durante estos dos cursos lleva por
título: "Misericordiosos como el Padre" Encuentros bíblicos desde la
Lectio Divina para descubrir al Dios Misericordia. Dicho libro propone una
última celebración invitándonos a abrazar la fragilidad.
La celebración tenía tres partes: dejarse ver....dejarse
encontrar....dejarse abrazar....Después del canto de invocación al Espíritu
Santo tomamos el símbolo que tenemos, un trozo de arcilla. Lo ponemos en
nuestras manos y lo contemplamos, nos preguntamos, ¿dónde estoy?, ¿qué parte de
mi barro huye de Dios?, ¿qué zonas de mi vida no dejo que las toque Dios?
Oramos con la Palabra, con la canción Solo el amor convierte en milagro el
barro.
Nuestra fragilidad es grande, pero el poder y el amor de Dios son infinitos. Lo
más importante no son nuestros límites sino su fuerza. Y nos dejamos encontrar.
Encendemos nuestra velas y pensamos en cómo a lo largo de los distintos textos
trabajados y orados hemos gustado cómo es la mirada y el corazón de Dios. Le alabamos
con el Salmo 135, silencio y oración compartida.
Es su amor el fundamento, la fuerza, el motor. Con lo que somos,
nos dejamos abrazar por Dios. Dejamos todo en sus brazos y nos llenamos de su
luz, su fuerza y su paz.
Como gesto final y para simbolizar nuestro compromiso a llevar
la misericordia a los demás, nos damos un abrazo los participantes.
Hasta aquí, el resumen de lo que ha sido la celebración y el
curso de Biblia, procurando ahondar en la misericordia del Padre.
Enhorabuena por vuestra constancia y el trabajo bien hecho. Que sigáis viviendo con el mismo espíritu esta Cuaresma.
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