CONTEMPLATIVOS: Todos somos conscientes de la riqueza que representa la vida
consagrada para la comunidad eclesial desde la variedad de sus carismas. La
vida consagrada está en el corazón de la Iglesia como elemento decisivo para su
misión ya que indica la naturaleza de la vocación cristiana.
Es el Espíritu quien ha obrado y sigue obrando en las diversas
formas de vida consagrada, es Él quien a lo largo de los siglos difunde la
riqueza de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia a través
de diversos carismas. Entre estos se encuentra, ya desde los primeros siglos de
la Iglesia, la vida monástica en su variedad de expresiones. Mujeres y hombres
dejando la vida, según el mundo, buscaron a Dios y se dedicaron a Él.
Monjas y monjes orientados a la contemplación son para la
Iglesia motivo de gloria y gracias celestiales. Con su vida y su misión imitan
a Cristo orando, son testigos de Dios como dueño de la historia y anticipan la
vida futura. En la soledad y el silencio, mediante la escucha de la Palabra de
Dios, el ejercicio del culto divino, la ascesis personal, la oración, la
mortificación y la comunión en el amor fraterno, orientan toda su vida y
actividad a la contemplación de Dios.(Fuente: Vita Consacrata)
El domingo 27 de mayo, solemnidad de la Santísima Trinidad, se
celebra la Jornada Pro Orantibus. Los obispos españoles en el Año Jubilar
Teresiano proponen como lema la invitación de Santa Teresa, "Solo os pido
que le miréis a Él". Además manifiestan "el agradecimiento a los
innumerables hombres y mujeres que en España mantienen vivo el ideal religioso
de la vida contemplativa".
También, en dicha Jornada, se nos invita a orar por los que
siempre oran por nosotros, como signo de gratitud y comunión.
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