Celebramos
el domingo 12 el día de la Iglesia Diocesana. Somos miembros vivos de la
Iglesia. Nos sentimos responsables de la vida de nuestras comunidades y nos
comprometemos con su misión como parte esencial de nuestra fe.
Nuestra
parroquia, la de nuestro barrio, o donde vayamos habitualmente a misa.
¿Qué vemos? Una construcción más o menos reciente, o que puede tener varios
siglos, y con un determinado valor artístico.
Vamos a cuidar
nuestra parroquia, siendo lo que somos, «piedras vivas del templo de Dios»,
unidos a nuestra diócesis. Como dice el papa Francisco: una diócesis es una
familia dentro de la gran familia que es la Iglesia.
Señor,
Tú nos invitas a estar preparados para Tú
venida.
Tú nos dices que hay que ser sensatos, en la
vida.
Tú, nos dices que seamos lámparas
para ver el camino
Tú quieres que compartamos, Tú luz
con los demás.
Tú vas a venir con toda seguridad;
y quieres invitarnos al banquete del Reino de Dios.
Tú eres la gran Esperanza de los
hombres y mujeres.
Tú no defraudas, Tú eres la Resurrección y la Vida.
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